Como pasar la ITV

Para muchos es una vieja conocida. Si tu coche tiene más de 4 años, habrás tenido que pasarla al menos una vez. Hasta los 10 años de antigüedad, tiene una vigencia de dos años, a partir de ahí, es una cita anual. Hablamos siempre de vehículos particulares; los destinados a uso profesional deben pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) de forma más frecuente.

En la ITV se revisan (o eso debería hacerse) puntos clave del vehículo, así como la situación legal del mismo.

Podrás superarla con dos fallos leves (tres leves se contabilizan como uno grave), que quedarán registrados en la hoja de la ITV, por lo que deberás subsanar esos problemas si quieres evitar sanciones posteriores. Si te para la Guardia Civil y comprueban que aún tiene esos defectos, pueden sancionarte, así que, cuidado.

Como pasar la ITV
Comprobar el estado del alumbrado es una labor sencilla que te puede evitar tener que repetir la ITV.
Fallos leves son algunos como la falta de agua en el limpiaparabrisas, lámparas fundidas (cada una es un fallo), placas de matrícula algo rayadas, etc. Tres fallos leves o uno grave te obligarán a pasar de nuevo la inspección sin coste en el plazo de un mes. Si tardas más, tendrás que volver a solicitar cita y pagar de nuevo la tasa. Las faltas graves más frecuentes son los neumáticos en mal estado o de medida distinta a la de la ficha técnica, problemas de emisiones de gases, holguras en las rótulas de dirección y desequilibrios en los frenos.

Fallos muy graves: en este caso el vehículo queda inmovilizado y la documentación, retenida. Serían, por ejemplo daños estructurales (golpes graves mal reparados), errores en el número de bastidor, piezas no homologadas que supongan un riesgo para el tráfico, perforaciones de óxido en zonas importantes (como anclajes de suspensión o similares)…

La ITV, paso a paso

Lo primero que podemos hacer de forma sencilla es solucionar la parte “burocrática” de la inspección:

Comprueba tener en orden la ficha técnica de tu coche
Tendrás que estar al día del pago del impuesto municipal y del seguro y tener los recibos: en algunas ITV te los van a pedir.
Pide cita anticipada. Como es un lugar de peregrinaje obligado para muchos, suele haber colas. Ahorra tiempo y solicita la fecha.
¿Qué puedes revisar tú mismo?

En la cadena de la ITV irás pasando por varias pruebas. Las primeras son estáticas, simplemente se comprueba el estado de algunos elementos del vehículo. Esta parte la podemos hacer nosotros mismos para evitar acumular fallos leves que nos puedan obligar a volver a “pasar por el aro”.

Puedes revisar estos puntos:

Alumbrado. Comprueba que funcionan todas las luces y que están bien reguladas. Si llevas uno de esos frecuentes kits de xenón, tendrás que desmontarlo por completo, balastos incluidos. Además de funcionar la bombilla, comprueba que la óptica no esté astillada o descolorida por el sol (sobre todo, las rojas traseras).
Claxon. Comprueba que funciona.
Limpiaparabrisas.Tanto en el caso de las escobillas como el del líquido de lavado, revisa el nivel y comprueba que funcionan.
Cierres de puertas y elevalunas.
Anclajes de los cinturones de seguridad.
Bloqueo antirrobo del volante (o de la palanca de cambios en algunos coches como Smart o Saab).
Revisa que no se queden encendidos los testigos de fallo motor o del airbag; si no se apagan después de unos segundos tras encender el coche, puedes no pasar la ITV.
Chinazos en el parabrisas. Cualquier chinazo o raja en el parabrisas, sobre todo en el cuadrante de la vista del conductor, debe ser reparado. De lo contrario, te dará problemas en la ITV.
Neumáticos. Revisa el estado del dibujo. Si los testigos de desgaste están a la vista, tendrás problemas. Comprueba también que la medida, el código de velocidad y el índice de carga son iguales o superiores a los especificados en la ficha técnica.
Anclajes de los parachoques, etc. Si por algún motivo el paragolpes o el paso de rueda, faldón, etc, están sueltos, tendrás que sujetarlos.Remaches, grapas, tornillos, abrazaderas… evita llevar piezas colgando o mal sujetas.
Número de bastidor. Si tu coche es un modelo poco frecuente, puede que el operario de la ITV no sepa dónde tiene que comprobar el troquel del VIN (Vehicle Identification Number). Comprueba en el manual de tu coche dónde está para decírselo si ves que empieza a buscarlo en un lugar equivocado. Ahorrarás tiempo y pondrás un poco “de tu parte”.
Como pasar la ITV
Comprueba los broches de los cinturones, deben trabar y desbloquearse fácilmente.
Mi consejo es que el día de la revisión lleves el coche lo más limpio posible; si tiene aspecto de estar bien cuidado, predispone positivamente (en cierta manera) al responsable que va a realizar la revisión.

Una vez terminada la inspección estática, normalmente te llevan a la prueba de frenado y de amortiguadores. Aquí también podemos hacer cosas para evitarnos problemas. Lo más importante es llevar la presión de los neumáticos perfecta para no alterar los resultados de los aparatos de medida.

Evita llevar el maletero cargado excesivamente o el depósito de combustible hasta el tope.

En los frenos, lo más importante es que estén equilibrados. Si al pisar el freno suavemente en punto muerto y soltando el volante el coche se desvía, tienes un problema de desequilibrio de frenada. Revísalo en un taller antes de ir a la ITV. Haz lo mismo con el freno de mano, tirando una o dos muescas.

Tras superar las pruebas de frenos y amortiguadores, el siguiente paso lo realizan en un foso. En él hay unas chapas neumáticas que accionarán para estresar los silent-blocks (piezas de goma que sujetan los brazos de suspensión, estabilizadoras, etc.), las rótulas de dirección, comprobar fugas de aceite o en el tubo de escape, etc. Te pedirán que el coche esté en punto muerto y sin el freno de mano puesto, mientras pisas el pedal del freno. Sigue las instrucciones del operario de la ITV.

Para acabar, análisis de gases. Aquí está la diferencia entre los coches diésel y los de gasolina, y por eso el precio de la inspección es superior en los primeros. Para superar esta prueba, lo mejor es que antes de ir a la ITV hayas rodado con el motor alto de vueltas y bien caliente. Así limpiarás el sistema de escape y minimizarás las posibilidades de fallo. Especialmente en los diésel es importante haber circulado unos 50 km por encima de 2.500 rpm y con algo de acelerador (enciende todos los consumidores, aire acondicionado, luneta térmica… para que el motor necesite potencia y se limpie bien). Es vital eliminar toda la carbonilla.

En los motores de gasolina, lo más importante es la temperatura del catalizador. Si la ITV está cerca de tu casa, date un paseo antes con el coche para que tanto el motor como el catalizador lleguen a su temperatura óptima de trabajo.

Mucha gente opina que es necesario llevar el coche al taller antes de la ITV. En mi opinión, lo mejor es que tú mismo revises los puntos señalados anteriormente y que lo que no puedas hacer, lo vean directamente en la ITV. Si no detectan ninguna anomalía, perfecto. Si encuentran algo en mal estado, entonces arréglalo en un taller. De esta forma evitarás reparaciones innecesarias y ahorrarás dinero.

Por supuesto, sigue el plan de mantenimiento del fabricante de tu coche, es la mejor manera de viajar seguro.

Si pides la cita previa, llevas toda la documentación ya preparada y los detalles anteriores revisados, la ITV es un trámite que te llevará unos 30 minutos.

Sólo un último apunte: si has instalado cualquier accesorio no original en el coche, necesitarás el certificado de homologación o haberlo homologado.De lo contrario, te pondrán pegas, sobre todo en elementos de la carrocería como spoilers, alerones, faldones etc.
Fuente: Autocasión.com